Calina se imagino con un propósito, meticulosamente diseñado.
En el corazón del campo. Piedras naturales expresan una arquitectura rústica pero jerarquizada.
Frondosas fuentes de agua irrumpen la armonía que ofrece la naturaleza. El salon despierta los sentidos y se expresa en cada rincón del bosque, al que cuidamos respetuosamente y hacemos parte. Una secuencia de momentos en un lugar mágico.